22 de Marzo 2025
El agua es el recurso más vital para la vida en la Tierra, pero también uno de los más amenazados. Cada 22 de marzo, el mundo conmemora el Día Mundial del Agua, una fecha clave para reflexionar sobre la importancia de su conservación y el impacto del cambio climático, la contaminación y el crecimiento poblacional en su disponibilidad. En la Universidad ECCI, nos sumamos a este llamado global.
A pesar de que el 70% de la superficie terrestre está cubierta de agua, solo el 2.5% es dulce y menos del 1% está disponible para el consumo humano. El crecimiento demográfico, la urbanización descontrolada, la contaminación y el cambio climático están ejerciendo una presión sin precedentes sobre los recursos hídricos. Según la ONU, más de 2,200 millones de personas en el mundo carecen de acceso a agua potable segura.
Colombia, a pesar de ser un país privilegiado en disponibilidad hídrica, enfrenta grandes desafíos en su gestión. La deforestación, la contaminación de fuentes hídricas y el uso ineficiente del agua son problemas que requieren soluciones urgentes. El agua que consumimos en Bogotá proviene de varios sistemas de abastecimiento que parten de embalses artificiales; el principal es el embalse San Rafael, ubicado en la vía La Calera-Bogotá, que aporta aproximadamente un 70% del agua necesaria en la capital. Sin embargo, este agua no nace allí, sino que proviene en parte de la cuenca del Orinoco y del páramo de Chingaza. El otro 30% se distribuye entre el embalse «La Regadera» en Usme (que almacena agua del Chisacá, nacida en el páramo de Usme) y la planta de tratamiento de Tibitoc al norte de la ciudad, que capta agua del Río Bogotá.
Pero el agua no nace en estos embalses; forma parte de un ciclo natural que depende de muchos factores en equilibrio, como el suelo, el aire y la vegetación. En los ecosistemas estratégicos de páramos, la vegetación es crucial: los frailejones y las plantas briofitas (musgos) actúan como «esponjas» que capturan el vapor de agua y lo condensan. Lo mismo ocurre en nuestros humedales y bosques altoandinos, verdaderas fábricas de agua gracias a la presencia de briofitas y otras plantas autóctonas.
Las plantas que capturan el agua cuentan con estructuras especiales como los tricomas, diminutos pelos que actúan como tubos microscópicos, ayudando a condensar el vapor de agua antes de enviarla al suelo. Ya en estado líquido, cada gota cuenta para formar riachuelos y ríos que eventualmente son embalsados para abastecer las grandes ciudades.
Debido a nuestras actividades antropogénicas, hemos avanzado en la deforestación y en la pérdida de esta vegetación crucial, dañando ecosistemas naturales a través de la agricultura a gran escala, la ganadería, la urbanización y la contaminación industrial. Estas acciones rompen el fino equilibrio del que depende el ciclo del agua, reduciendo la capacidad de captura por parte de las plantas, alterando el suelo y los ecosistemas.
A pesar de que el Instituto Alexander Von Humboldt menciona que «el 51% de los páramos del país están bajo alguna figura de protección y el 86% mantiene sus coberturas naturales», se requiere que todos los ecosistemas de nuestro país sean cuidados y conservados para que continúen brindando los llamados «servicios ecosistémicos» – la gratuidad de la naturaleza para con nosotros, a la que le debemos la vida misma, que tuvo su origen precisamente en el agua.
En la Universidad ECCI, estamos convencidos de que cada acción cuenta. Por eso, seguimos formando ingenieros ambientales con una visión integral y a través de un enfoque práctico y multidisciplinario, nuestros estudiantes adquieren conocimientos en tratamiento de aguas residuales, evaluación de impacto ambiental, energías renovables, tecnologías sostenibles y la importancia vital de los ecosistemas naturales como páramos, humedales y bosques altoandinos para la protección del agua.
Por eso, si te apasiona el cuidado del medioambiente, el programa de Ingeniería Ambiental de la Universidad ECCI es para ti. Con una formación de alta calidad y un enfoque en sostenibilidad, te prepararás para un futuro donde el agua siga siendo fuente de vida y desarrollo.